Galaxy Gear: un reloj 'inteligente', pero limitado
Galaxy Gear, la incursión de Samsung en el ámbito de los relojes conectados, es un dispositivo que destaca por su diseño y que, pese a tener limitaciones, supone una apuesta en firme en el campo de la tecnología inteligente. Este reloj es un complemento, no un dispositivo autónomo, que necesita estar cerca (a menos de 20 metros) de un teléfono inteligente "madre" (sólo funciona con determinados modelos de la gama Galaxy de Samsung) con el que interactúa a través de Bluetooth.
La gestión se concentra en la pantalla táctil, de 1,6 pulgadas y enmarcada en acero, que tiene un botón lateral para encender y apagar el dispositivo.
Pero, si importante es la pantalla, también resulta crucial la correa, que combina caucho y metal, donde se han situado la cámara, el altavoz y el micrófono. Otras funciones del Galaxy Gear El Galaxy Gear muestra notificaciones de correo electrónico, llamadas, mensajes de texto, despertador y calendario, pero no alerta al usuario de la actividad en servicios de mensajería instantánea como Whatsapp. Con él se pueden hacer y contestar llamadas (para hablar, se puede acercar el reloj a la oreja o bien usarlo en modo manos libres con el altavoz), leer correos electrónicos, grabar notas de voz o controlar la reproducción de música. También incluye un podómetro que mide los pasos. Para que el reloj salga del estado de reposo, el usuario tendrá que hacer el mismo movimiento de muñeca que haría para consultar su reloj tradicional.
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