Jack Dorsey: inventor de Twitter, líder de Square, Primeros fracasos como emprendedor
Con 18 años empezó su primer año en la ‘University of Missouri-Rolla’, centrándose en estudios de ingeniería, matemáticas, inglés e informática.
En su segundo año descubrió que la mayor compañía del mundo en la creación y desarrollo de sistemas de mensajería estaba en Nueva York y se llamaba DMS. Navengado en la página web de la compañía encontró el email de su CEO, Greg Kidd, y le escribió un simple email que decía: “Tienes un agujero de seguridad en tu página. Lo puedes solucionar así. Ah, por cierto, yo sé programar este tipo de sistemas”
Después de consultarlo con sus padres y de una única conversación con Kidd, Jack decidió mudarse a Nueva York para trabajar en DMS y a la vez seguir cursando sus estudios en la NYU. En 1999-2000 (en medio de la ‘burbuja puntocom’) y tras establecer una importante relación de amistad con Kidd, decidieron trasladar la empresa a San Francisco después de que Jack insistiese una y otra vez en que el futuro de tales servicios estaba en la red y en Internet; pocos meses más tarde nació dNet. La empresa no tardó en fracasar.
Jack, que no había finalizado sus estudios universitarios, más tarde reconocería que no habían tomado las decisiones correctas en cuanto al CEO de la compañía (“prestaba mucha atención a la crisis de las puntocom”) y en otras áreas, lo que llevó a dNet al fracaso y a la expulsión de Jack y Kidd de la compañía, algo que volvería a experimentar años más tarde en Twitter. Greg Kidd acabaría meses más tarde comprándole la empresa, de nuevo, a los inversores.
Todavía en el Bay Area Jack seguía pensando en aquellos programas que había diseñado y que se ajustaban a lo que operadores de mensajería utilizaban y necesitaban.
Fue en el 2000 cuando se dio cuenta de que en lo que había pensado faltaba un elemento clave: la gente. Conocía St Louis o Nueva York muy bien a través de los mapas y sistemas que había diseñado, pero le faltaba la gente, lo que realmente da sentido a la vida urbana. Queriendo trasladar el concepto a algo real para que fuese utilizado por él y sus amigos, Jack escribió un script en apenas 12 horas que cogía un email de una BlackBerry y lo enviaba a una lista de números que él mismo había creado.
Con su pequeña creación en el bolsillo caminó hasta el Bison Paddock en el Golden Gate Park y escribió lo que algunos podría considerar como la primera versión de un tweet. Decía: “I’m at the Bison Paddock watching the bison”. Pero la respuesta al mensaje fue inexistente por parte de sus amigos y Jack se dio cuenta entonces de que en el año 2000 este tipo de proyectos no tenían cabida. Era demasiado pronto.
Años más tarde Jack admitiría en varias entrevistas que una de los principales obstáculos a los que se enfrenta un emprendedor es el acto de empezarlo. “Lo más importante que he aprendido en todos estos años es que en cuanto tengas una idea tienes que sacarla de tu cabeza inmediatamente, dibujarla o escribirla y enseñársela a alguien. Quizás también programarla para conocer las interacciones que pueden surgir”, decía.
“Esto puede provocar dos reacciones: un ‘wow’ o un ‘meh’. Entonces decides si te quieres centrar en esa idea o de si es mejor dejarla en la estantería, guardarla hasta dentro de un tiempo”. Eso fue justo lo que Jack hizo con aquella primitiva versión de Twitter que sus amigos no habían entendido. No era el momento adecuado para llevarla a cabo así que la aparcaría unos años, concretamente hasta febrero del 2006.
Odeo y Twitter,definitivo
Sin nada que hacer en San Francisco decidió regresar a St Louis para asistir a unas clases de ilustración botánica en el Missouri Botanical Garden, ya que el dibujo y la ilustración era uno de sus hobbies desde pequeño. Dolores en la muñeca le llevaron a acudir a la consulta de un masajista terapéutico, donde comenzó a interesarse por todo lo que había detrás de dicha práctica, y entonces decidió cursar unos pequeños estudios pprara poder obtener la licencia.
En el 2006, de vuelta en San Francisco y por entonces con piercings en las dos orejas y rastas, se dio cuenta de que había demasiados masajistas en la zona, por lo que no era algo a lo que podría dedicarse exclusivamente.
Fue entonces cuando escribió el primer CV de su carrera bajo el simple nombre de ‘Jack’ y se lo envió a Odeo, una incubadora de ideas de San Francisco que había creado Evan Williams, fundador de Blogger. Jack quería trabajar en un proyecto orientado a consumidores y creía que era el momento adecuado para hacerlo.
Odeo estaba trabajando en un directorio de podcasts para aprovecharse del tirón que productos como el iPod de Apple tenían entonces. Curiosamente años más tarde Jack admitiría que no le interesaba el mercado de los podcasts para nada, que lo que realmente le gustaba de Odeo eran las personas que trabajan en la empresa, entre ellos Biz Stone y Noah Glass. Al cabo de unos meses en la empresa, Jack se daría cuenta de no era el único al que no le apasionaban los podcasts pero que todos valoraban positivamente el ambiente de trabajo.
Poco después de incorporarse a Odeo Apple anunció su propio directorio de podcasts dentro de iTunes, cargándose de un plumazo el proyecto en el que Ev, Biz, Jack y compañía llevaban meses trabajando. La empresa en esos momentos había conseguido $5 millones de dólares en financiación, dinero que poco más tarde Ev devolvería a los inversores para mantener el control total de la empresa.
En aquella época Jack seguía interesado en el mundo del dibujo. Tanto que al poco de empezar en Odeo se apuntó a unas clases de diseño y costura de ropa en el Apparel Arts de San Francisco. “Yo seguía haciendo cosas relacionadadas con la moda. Había ido a 10 clases donde producíamos desde los dibujos hasta la propia prenda, faldas.
Quería hacer vaqueros, pero tienes que empezar con las faldas porque son fáciles. Después Twitter empezó a crecer y ya nunca llegué a los pantalones” llegó a afirmar.
En febrero de 2006 Ev reunió a todos los que trabajaban en Odeo y les pidió que se fuesen a sus casas y pensasen en ideas que pudiesen resultar interesantes para la empresa en el futuro. En aquellos momentos los SMS empezaban a tener cada vez más importancia en Estados Unidos, además de que en el 2006 se permitió por primera vez el envió de mensajes entre diferentes operadoras del país. A Jack le encantaba la tecnología y el límite de caracteres, y pensó si algo similar podría aplicarse a aquella idea que en el año 2000 no tenía sentido.
Fue entonces cuando, mientras hablaba con un par de compañeros en el patio cercano al edificio donde se encontraba Odeo, propuso lo siguiente: “¿Y si hacemos esta simple aplicación que permite estar en cualquier lado, utilizar SMS y enviarlos a un grupo de gente en tiempo real?”. Viendo que sus compañeros estaban interesados en la idea Jack construyó un prototipo en pocas horas y se lo enseñó a Ev y Noah, que no mostraron demasiado interés. Por entonces el sistema creado por Jack no tenía nombre.
‘Tweets’ y ‘seguidores’
Por entonces en Odeo estaban considerando varios nombres para aquello que habían creado. En recientes entrevistas Jack ha afirmado que los dos primeros nombres en los que pensaron fueron twitch y jitter, ya que estaban buscando nombres que representasen o evocasen una sensación física. “When you get an sms or call, your phone twitches”. Pero el nombre no les convencía. Así fue que Noah Glass cogió el diccionario de Oxford y, situándose en la palabra twitch, comenzó a descender hasta encontrarse con una que hoy en día todos conocemos, twitter.
La definición era perfecta: “a short inconsequential burst of information, chirps from birds.” El servicio fue creado ya en aquel momento para ser utilizado desde teléfonos móviles y SMS. Por entonces en Estados Unidos estaban muy en uso los short codes, de 5 caracteres, que facilitaban el envío de SMS sin necesidad de marcar un número determinado.
Pensaron en quitar las vocales de twitter, twttr, pero descubrieron que la pequeña palabra ya estaba siendo utilizada por otro servicio en Estados Unidos. Twitter era el nombre definitivo tras pagar $7.000 dólares por el dominio.
Por aquel entonces Jack Dorsey había sido nombrado CEO de la compañia por Ev Williams, a los 29 años. Años más tarde el propio Jack recordaba que por entonces “me había quitado el piercing de la nariz, después de nuestra primera ronda de financiación”; $5 millones de dólares que recibieron de Union Square Ventures.
La primera vez que inversores, usuarios y fundadores vieron lo útil que Twitter podría resultar fue durante los frecuentes terremotos de sufre San Francisco, convirtiéndose en un medio perfecto para transmitir ese tipo de hechos o noticias.
via. xataka.com
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